En el caso de Sierra Nevada (España), los caballos han ocupado nuestro lugar. Así lo documentó Regina Jiménez Caballero que, mientras trabajaba, vio como un grupo de estos animales corría por una de las pistas de la estación de esquí granadina.
La camarógrafa captó como los caballos salvajes se movían libremente por el Río, una de las pistas más conocidas de Sierra Nevada, meses atrás llena de esquiadores, ahora vacía después de que el estado de alarma decretara el cierre de todos los centros de ocio. En el caso del centro deportivo de Granada, abrirán sus puertas ya la próxima temporada de invierno.
No obstante, los caballos no son los únicos animales que campan a sus anchas desde que se inició el confinamiento. En Madrid, los pavos reales han hecho suya la ciudad, mientras que los jabalíes recorren la Diagonal de Barcelona. Se han visto cabras en Chinchilla (Albacete), patos en la Fontana di Trevi de Roma y ciervos deambulando por París. La reclusión del ser humano ha dado paso a la naturaleza, beneficiada también por la caída de la contaminación. Por ejemplo, la ausencia de vertidos en los canales de Venecia ha hecho que vuelvan peces y delfines.