En la tarde del 12 de abril, unos testigos informaron a la Policía que había un hombre colgado de la cornisa de la ventana en el piso 15 de una casa en el sureste de la capital rusa. Una mujer intentaba sujetarlo y ayudarle a que entrara, pero sin éxito.
Los policías que llegaron a la escena entraron en el apartamento y ayudaron al hombre a entrar.
Resultó que la víctima, de 36 años, había perdido el equilibrio mientras se hacía selfis en el alféizar de la ventana y resbaló, por lo que se aferraba con las manos a la cornisa.
El hombre y la mujer fueron llevados a la comisaría de Policía. En el curso del interrogatorio, se descubrió que la víctima estaba de visita y que vivía en una casa vecina.
A este respecto, se redactó un informe administrativo sobre la violación del confinamiento.