La Policía Nacional ha conseguido modificar un vehículo que fue diseñado como antidisturbios por otro destinado a descontaminar las calles del virus de la pandemia, al igual que está haciendo la Unidad Militar de Emergencias (UME) en todos los rincones de España dentro de la de la Operación Balmis.
El vehículo, que tuvo un coste de 350.000 euros, todavía no se había puesto en marcha desde su compra el pasado 2014. La Policía decidió comprar este vehículo, único en dotación en las fuerzas de seguridad españolas, tras el movimiento de protestas 15-M en Madrid. A pesar del coste, no había sido usado en ningún disturbio todavía pero a día de hoy, se le ha podido ver por los alrededores del complejo policial de Canillas en Madrid haciendo sus primeras prácticas exitosas.
El camión, con una tracción 4x4 y una potencia de 441 C.V., puede almacenar hasta 7.000 litros de agua y su cañón lanza chorros a presión que pueden alcanzar una distancia de unos 60 metros y una fuerza de 200 km/h. Además del cañón de agua, este vehículo cuenta con protección contra el fuego, neumáticos anti pinchazos y cámaras de vídeo de grabación.