De esta manera se interrumpe el gesto altruista de Ángela Rozas, nombre real de la influencer. A su cuenta personal de Instagram subió un vídeo en el que ha querido contar la situación y compartir su frustración tras estar apenas una semana en el hospital madrileño. Entre lágrimas, reconoce que ha dado síntomas y que está preocupada por su hijo, que podría estar contagiado.
En el texto adjunto a la imagen comentaba la dureza del trabajo por la cantidad de horas que se tienen que hacer y la escasez de material para realizarlo correctamente. Una falta de recursos que podría haber propiciado su contagio o el de los más de 5.000 sanitarios infectados por el coronavirus.