"Es una decisión dura pero necesaria para el bien de todos. Debemos estar en casa las 24 horas del día, porque en la casa vamos a estar mas seguros", justificó la presidenta transitoria Jeanine Áñez al anunciar la medida en un mensaje por la televisión estatal desde el Palacio de Gobierno, donde se había reunido en la mañana con su gabinete de ministros.
Durante la cuarentena, que implica la prohibición de todo tipo de transporte de pasajeros locales e internacionales, solo funcionarán bancos en horario restringido, farmacias y transporte de productos esenciales, además de mercados de alimentos hasta el mediodía, dijo la gobernante.
Bolivia era hasta el viernes uno de los países latinoamericanos con menos casos confirmados de covid-19, pero autoridades y sindicatos médicos advirtieron el alto riesgo de una "explosión" de contagios comunitarios que haría colapsar al precario sistema nacional de salud.
Medios locales reportaron denuncias de fuentes médicas que alertaron sobre una escasa capacidad para detectar todos los casos posibles de covid-19.
"Nuestro primer enemigo es el virus y nuestro segundo enemigo es el pánico", afirmó Áñez, sin precisar si seguirá la movilización conjunta de militares y policías que en los tres días pasados no logró imponer plenamente la prohibición de circulación nocturna de personas, especialmente en la ciudad de El Alto y pueblos fronterizos.
La gobernante tampoco hizo referencia al eventual impacto de la medida de excepción en la ya semiparalizada campaña política con miras a las elecciones generales que están convocadas para el 3 de mayo, para las que ella es también candidata.
La cuarentena total fue anunciada mientras por segundo día consecutivo se registraban en los mercados de alimentos y supermercados de todo el país grandes aglomeraciones de ciudadanos que realizaban compras extraordinarias de toda clase de alimentos.