El autor de la masacre, identificado por los medios locales como Tobias R., publicó un manifiesto en internet en el que justificaba sus acciones y, según el diario alemán Bild, tenía claras connotaciones de extrema derecha. También se tiene constancia de al menos un vídeo.
Según informaron los medios, el atacante entró en el bar Midnight, donde disparó indiscriminadamente contra los allí presentes. Murieron cinco personas jóvenes, presumiblemente de origen kurdo y entre ellos una mujer.
El segundo ataque se produjo después en un lugar llamado Arena Bar & Café a unos dos kilómetros de distancia del primero, en Kesselstadt. Según los datos que se manejan, el sospechoso disparó desde un coche de color oscuro.
El presunto autor de la masacre fue encontrado muerto junto a su madre en un piso del mismo distrito de Kesselstadt.
El terrorismo de derecha, en auge
Este atentado terrorista se suma a la larga lista de masacres cometidas por 'lobos solitarios' de orientación extremista de derecha, cuya chispa prendió el noruego Anders Breivik en 2011 tras asesinar a 77 adolescentes de las Juventudes Laboristas en un campamento de verano.
No pasados apenas dos meses de la tragedia de Christchurch, en El Paso (Texas) Patrick Crusius, un joven supremacista fuertemente armado acabó con la vida de 22 personas en un centro comercial situado en la frontera con México.
Todos estos atentados terroristas tienen en común el mismo modus operandi: la publicación previa de un manifiesto en internet justificando sus acciones.
Alemania, golpeada por la tragedia
El ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, alertó en Twitter después de la tragedia: "El terrorismo de derecha se ha convertido nuevamente en una amenaza para nuestro país".
Las palabras de Maas reflejan la dureza con la que el vil acto terrorista ha golpeado a Alemania, un país que se esfuerza por eliminar cualquier vestigio ideológico de su traumático pasado nazi y donde las fuerzas de seguridad tan solo unos días atrás desarticulaba una red neonazi compuesta por 12 personas, una de ellas policía.
El grupo desarticulado planeaba atentar contra políticos, solicitantes de asilo y musulmanes con un complot ampliamente inspirado en la masacre de Christchurch. Según la Policía alemana, el grupo detenido planeaba con sus acciones la delirante idea de "provocar una guerra civil en el país".
El año pasado fue detenido en Mallorca (España) un neonazi que había huido de Alemania tras intentar un atentado con una bomba en la localidad bávara de Burglendgenfeld, aunque afortunadamente el artefacto no llegó a explotar.
En diciembre, el ministro del Interior alemán Horst Seehofer, anunció 600 nuevos puestos en las fuerzas de seguridad, tanto en la Policía federal como en los servicios de inteligencia, para enfrentarse al creciente problema de los grupos de extrema derecha en el país.
En ese mismo mes, la Policía federal tenía señalado a "48 individuos peligrosos" susceptibles de llevar a cabo un ataque.
Por si fuera poco, las autoridades del país están cada vez más preocupadas por los indicios que apuntan a la infiltración del radicalismo de derechas en las filas de la misma Policía y del Ejército.