McCourt, de 27 años, potencialmente destinada a convertirse en una de las deportistas más populares de las artes marciales mixtas en Irlanda, emergiendo de la misma academia (SBG) que desató a Conor McGregor en la órbita de los deportes de combate.
Esta madre soltera, de un barrio de Belfast, ganó el oro en el Campeonato Mundial IMMAF en 2016 para agregar títulos europeos y mundiales en el Jiu Jitsu brasileño. Y por si esto fuera poco, es cinturón negro de Judo.
Fue esta pérdida la que convenció a McCourt de desarraigarse de su base de entrenamiento en Belfast y viajar a Dublín para entrenar bajo la dirección del sorprendente entrenador de Conor McGregor, Owen Roddy. Esa decisión la llevó a ganar tres peleas consecutivas, incluyendo dos finales en sus dos primeras peleas para Bellator.
Esa forma, junto con las desafortunadas lesiones que obstaculizaron la tarjeta de este sábado (22 de febrero), la ha visto trasplantada al evento principal, algo que ella dice que hace que las dos horas de viaje entre Belfast y Dublín sean aún más valiosas. La oponente de McCourt este fin de semana, Judith Ruis de Alemania, entra en la pelea con un récord de 6-4. McCourt no se dejará intimidar por la ocasión, pero su oponente quizá no se lo ponga fácil. Todo se esclarecerá el sábado por la noche.