La liberación de Budapest fue un paso crucial en el camino del Ejército Rojo a Berlín, ya que la captura de la ciudad permitió mermar las fuerzas del Ejército nazi.
La propia Budapest, como lo muestran los documentos de archivo desclasificados por el Ministerio de Defensa de Rusia, se convirtió en una fortaleza inexpugnable. La operación duró más de 100 días, y más de 80.000 soldados soviéticos perdieron la vida en el transcurso.