El precio del contrato, que prevé suministrar unas 88,7 toneladas del aluminio laminado, asciende a más de 1,7 millones de dólares.
Si bien el objetivo de esta adquisición todavía se desconoce, en 2017 la misma fábrica ucraniana selló con la empresa rusa cuatro acuerdos parecidos para suministrar dicho aluminio. En la descripción de estos documentos se decía que el metal iba a utilizarse en la producción de la principal estructura instalada en la primera etapa del cohete estadounidense Antares. Este cohete portador se utiliza para realizar lanzamientos en la órbita baja y es propulsado por los motores de combustible líquido rusos RD-181.
"Existe una categoría de bienes que EEUU sigue comprando a Rusia. En el mecanismo de sanciones hay resquicios que permiten a Washington adquirir determinados bienes de Rusia en beneficio de los intereses de la seguridad nacional", declaró Rozhin a la emisora rusa de Sputnik.
En esta situación Ucrania es una especie de intermediario. Es decir, adquiere bienes rusos y posteriormente los entrega a EEUU. Estos tejemanejes ayudan al país norteamericano a no violar el régimen de sanciones.
"Además, Ucrania, a pesar de su retórica agresiva, ha tratado en repetidas ocasiones de comprar ciertos bienes militares a Rusia entre los que figuran los motores y las aspas de helicópteros. Por ello, las actividades de Ucrania no son nada sorprendentes", concluyó.