"Es equivocado considerar un entendimiento entre Trump y López Obrador donde no lo hay, lo que tenemos es la instrucción de López Obrador al canciller Marcelo Ebrard de no confrontarse con la Casa Blanca y acomodarse a sus exigencias, y eso incluye la contención migratoria", dijo el profesor de la división de estudios internacionales del Centro de Investigador y Docencia Económica (CIDE).
La oferta a integrarse a los programas sociales en el sureste mexicano, como Sembrando Vida, para cultivar árboles frutales y maderables, fue hecha el 17 de enero por el gobernante "acompañada de medias disuasivas de las autoridades" que exigen cumplir las leyes migratorias mexicanas, para que los indocumentados lleguen en forma "regular, ordenada y segura".
Heredia es promotor de un mecanismo de vinculación y de "apropiación social del desarrollo", un espacio en el que desde hace dos años participan instituciones académicas, organismos defensores de migrantes, de la sociedad civil, iglesias, el sector privado.
"Se repite el escenario del año pasado, porque no ha cambiado un milímetro la situación en Centroamérica, siguen matando, secuestrando, el crimen continúa sometiendo a la población que huye, no existen las mínimas condiciones de dignidad y respeto para quedarse en sus países", advierte el especialista.
Imposición no es acuerdo
Heredia Zubieta aclara que en sus investigaciones no utiliza el término acuerdo migratorio, para referirse al desenlace de las negociaciones bilaterales abiertas de junio del año pasado, para evitar que Trump impusiera aranceles a las exportaciones mexicanas si no contenía el masivo éxodo.
"No hay tal pacto, sino una imposición de las disposiciones de Trump y su adopción por parte de las autoridades mexicanas, que negocian con una pistola en la cabeza", ilustra la drástica amenaza.
En segundo lugar, agrega, "no tengo un solo indicio de que quienes vienen en la caravana estén interesados en trabajar en México, tengo noticias contrarias, de que su meta es llegar a EEUU a toda costa".
El propio López Obrador admite que el salario mínimo mexicano es inferior al que se paga en Centroamérica.
"Aunque se teatralice, en los hechos, no veo una oferta que podría disuadir a los hondureños de seguir su camino, para el que se han preparado", describe.
Para Heredia Zubieta las causas incluyen que en Honduras hay un "narcogobierno"; en Guatemala el nuevo presidente, Alejandro Giammattei, "se acomoda con los grupos oligárquicos, militares y las iglesias evangélicas"; y solo en El Salvador "podemos darle el beneficio de la duda" al joven presidente Nayib Bukele.
"Ante la cuarta versión que vio la luz en la reciente toma de posesión del nuevo presidente guatemalteco, la respuesta de Washington es la indiferencia", subraya el investigador.
Mientras tanto, Trump boicotea la ley de asilo estadounidense, y "de facto México se resigna a aceptar un grave problema de desplazados y deportados desde EEUU".
Los indocumentados que esperan el desenlace de su solicitudes de asilo al otro lado de la frontera sur estadounidense, "están a merced del crimen organizado", alerta.
En esas condiciones, el éxodo y sus problemas van a continuar este año, porque son idénticas sus causas y siguen frágiles las propuestas de solución