La ceremonia tuvo lugar en el gran hall del Alto Comisionado (Embajada) de Canadá, un solemne edificio que preside un lateral de la plaza de Trafalgar.
El ministro canadiense Francois-Philippe Champagne encabezó la ceremonia y el "momento de reflexión" sobre el terrible incidente, que causó el derribo del vuelo ucraniano minutos después de despegar del aeropuerto de Teherán.
Los asistentes encendieron cinco velas en representación de las víctimas de sus respectivos países.
No se pronunciaron discursos ni hubo otras intervenciones orales y reinó un ambiente de calma y reflexión, en el que el silencio solo se rompió con los clicks de las cámaras de televisión y fotografía.
La ceremonia precedió la primera reunión del Grupo internacional de coordinación y respuesta, que se formó a iniciativa de Canadá para ejercer presión sobre Teherán.
Los cancilleres tienen previsto reunirse durante unas tres horas en la legación canadiense.