El ataque, que Siria atribuyó a Israel, tuvo como objetivo un almacén de armas, así como un edificio que estaba en construcción y dos vehículos militares en la base aérea T-4, cerca de la ciudad siria de Homs.
Se cree que la base ha sido utilizada por las fuerzas iraníes y las milicias chiítas aliadas y ha sido blanco de ataques aéreos israelíes en el pasado.
Según el OSDH, se esperaba que el número de muertos aumentara porque otros combatientes, cuya nacionalidad se desconoce, resultaron heridos en el ataque.
Ni el Ejército israelí ni el Gobierno de Israel, como es habitual, comentaron el ataque.