Cenizas, fuego y lava: así fue la espeluznante erupción del volcán Taal

La pequeña isla de Luzón siempre ha estado en una zona peligrosa desde el punto de vista de la actividad volcánica, si bien alberga poblados pesqueros desde hace muchos años.

El ascenso al cráter quedó cortado, dado que podían producirse otras explosiones inesperadas de vapor y gases mortales.

La nube de ceniza formada a raíz de la erupción se desplazó más 100 kilómetros al norte del país y alcanzó su capital, Manila.

Los científicos del Instituto de Volcanología de Filipinas declararon que dentro del volcán el magma se sigue moviendo, por lo que puede que tengan lugar otras erupciones.

La ceniza volcánica, advierten los científicos, es capaz de influir en la salud de los residentes locales.

El volcán Taal, que forma parte del llamado cinturón de Fuego del Pacífico, ha entrado en erupción más de 34 veces desde 1572.

Tres pueblos con poblaciones de 8000 habitantes y situados en la provincia de Batangas tuvieron que abandonar sus casas. Pronto el número de evacuados aumentará considerablemente, según los pronósticos.

Los residentes locales ayudan a los servicios urbanos a limpiar las calles de la ciudad Tanauan de la materia volcánica.

Más de 500 vuelos fueron cancelados, pero las autoridades locales esperan que varios aviones puedan despegar una vez los servicios del aeropuerto limpien las pistas de ceniza.

Las autoridades recomendaron a los residentes locales que se quedasen en sus casas o que se pusiesen máscaras y gafas protectoras a la hora de salir a la calle.

Los científicos del Instituto de Volcanología y Sismología de Filipinas declararon que es necesario evacuar a todas la gente que vive en la isla y en la costa del lago, ya que no descartan que se produzca un tsunami.

La lava expulsada por la chimenea volcánica penetró en un lago situado cerca del volcán. Se declaró el nivel 4 de alerta (en Filipinas se contempla un total de 5 niveles).