"Abordaron la situación en Irak y estuvieron de acuerdo en la importancia de que las fuerzas de la coalición puedan continuar su vital trabajo contra la compartida amenaza de Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países)", informó Downing Street.
Pero la agenda de la reunión en Londres estuvo dominada por las negociaciones sobre la futura relación entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE), previstas de comenzar semanas después de la anticipada consumación del Brexit el 31 de enero.
Johnson expuso en el encuentro con la exministra alemana su ambición de labrar una "nueva asociación positiva" con la UE, "basada en la cooperación amistosa" y anclada en un "amplio acuerdo comercial".
Y remarcó a la nueva jefa del ejecutivo comunitaria sus líneas rojas en la negociación de esta segunda fase del proceso Brexit.
"El primer ministro dejó claro que no extenderá el periodo de implementación (transición) más allá del 31 de diciembre de 2020", recalcó Downing Street.
Libertad para divergir de las normas comunitarias, independencia judicial, control de la pesca en aguas británicas y en inmigración fueron precondiciones que el líder conservador adelantó a sus invitados de la UE, que incluyó al coordinador de las negociaciones del divorcio y la futura relación, Michel Barnier.
La presidenta de la Comisión Europea, que se estrenó en su cargo el 1 de diciembre, calificó de "muy ajustado" el calendario de menos de once meses propuesto por Londres y apostó por "dar prioridad" a la negociación en sectores claves.
"Realmente nuestra asociación no puede ni será la misma que antes, no puede ni será tan próxima como antes, porque cada elección conlleva consecuencias", dijo a su audiencia en el campus universitario.
Exalumna del LSE y anterior ministra de Defensa, la ahora presidenta del club europeo matizó que "sin libertad de movimiento de personas, no puede haber libre movimiento de capital, bienes o servicios" en la futura relación con el Reino Unido.