"Aprovechando esta ocasión quiero aseverar a nuestro querido amigo que el objetivo de mi visita y de nuestro trabajo consiste en poner la cooperación económica y comercial entre nuestros países al nivel de nuestra interacción política y militar", dijo al sostener negociaciones en Moscú con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.
"El presidente de la República Árabe Siria, Bashar Asad, tomó la firme decisión de dar prioridad a las compañías rusas que deseen trabajar en Siria, pues gracias al presidente de Rusia, Vladímir Putin, precisamente la Federación de Rusia se puso hombro con hombro junto con Siria en la lucha contra el terrorismo", agregó.
El Comité Constitucional sirio
A su vez, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, declaró que Rusia está satisfecha con el comienzo del trabajo del Comité Constitucional sirio.
"No podemos dejar de expresar nuestra satisfacción con que se haya lanzado el proceso político y el Comité Constitucional al final haya empezado a trabajar, tras múltiples intentos de impedirlo", dijo Lavrov.
Agregó que planea examinar con su homólogo sirio cómo los dos países pueden cooperar de manera eficaz para hacer avanzar el proceso político.
"Por supuesto, una parte inalienable de nuestros esfuerzos comunes es la continuación de una lucha intransigente contra los restos de grupos terroristas en territorio de Siria", subrayó el canciller ruso.
La apertura del Comité Constitucional sirio bajo los auspicios de la ONU tuvo lugar el 30 de octubre en Ginebra, Suiza.
El organismo está formado por 150 miembros, 50 de los cuales representan al Gobierno, 50 a la oposición y 50 a la sociedad civil de Siria; y cuenta con el grupo de redacción de 45 personas —15 de cada una de las tres delegaciones— que se encarga de la elaboración de propuestas para la futura Constitución, que se deben someter a la votación de todo el Comité.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, y la de Astaná (en la capital de Kazajistán, que a finales de marzo pasó a llamarse Nur-Sultán), copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.
La decisión de crear un comité constitucional, que sesionaría en Ginebra y se dedicaría a preparar una reforma de la Carta Magna, fue el resultado principal del Congreso de Diálogo Nacional Sirio, que se celebró a finales de enero de 2018 en la ciudad rusa de Sochi.