Una imagen captada en noviembre pasado muestra el punto del impacto del aterrizador lunar y una multitud de fragmentos esparcidos alrededor.
La nave espacial india Chandrayaan-2 alcanzó la órbita de la Luna el pasado 20 de agosto. El módulo Vikram, programado para llevar a la superficie lunar un vehículo de ruedas, Pragyan, se desvió de la trayectoria en la fase final del descenso y dejó de responder al centro de control de ISRO, la agencia espacial de la India.
De no haber fracasado esa misión evaluada en torno a 125 millones de dólares, la India se habría convertido en la cuarta nación del mundo - tras la Unión Soviética, EEUU y China- en marcar su presencia en la Luna.