"No vi las escaleras, las usaré la próxima vez, cuando baje", ironizó Merkel antes de pronunciar un discurso en un evento de la Asociación de Cámaras de Industria y Comercio de Alemania, un grupo empresarial con sede en Berlín, detalló Daily Mail.
Los actos públicos de la canciller alemana se convirtieron en el centro de atención a mediados de junio, cuando sufrió un ataque de temblores incontrolados, mientras recibía al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. En aquella ocasión, la política alemana atribuyó el suceso a una deshidratación momentánea.
El problema, sin embargo, volvió a manifestarse unos días después, el 27 de junio, cuando Merkel empezó a temblar en un acto oficial en Berlín. Un episodio similar se repitió el 10 de julio, cuando la canciller recibía al primer ministro de Finlandia, Antti Rinne.
"Me siento bien, no se preocupen", dijo la canciller en una rueda de prensa tras los temblores.