Hasta el momento cuatro personas fallecieron por el fuego que ya ha arrasado más de un millón de hectáreas de bosques, incluidas zonas en las que habitan los koalas. Se estima que murieron unos 350 marsupiales, de un total de 600 que viven en la reserva natural.
"El humo cubre gran parte del litoral de Nueva Gales del Sur y posiblemente empiece a disiparse cuando el aire se caliente y el viento aumente", indicaron los bomberos en su cuenta en Twitter.
Unos 48 focos de incendios siguen activos, 23 de ellos fueron controlados.
Las autoridades prohibieron las fogatas en siete municipios del estado.
La alta temperatura ambiental y los vientos dificultan la operación para sofocar el fuego.