"Una fábrica de galletas en el barrio de Wadi Rabia de Trípoli sufrió un ataque aéreo, según datos preliminares", dijo Salamé al agregar que "el ataque se saldó con al menos 10 muertos y más de 35 heridos".
Subrayó que "independientemente de si el ataque apuntó deliberadamente a la fábrica o fue un ataque indiscriminado, puede constituir un crimen de guerra".
Salamé precisó que dos de los asesinados tenían la nacionalidad libia, mientras que los demás eran migrantes.
De momento no se sabe quién realizó el ataque, la investigación está en curso.