"Con una fuerte injerencia de gobiernos de derecha de la región y principalmente del Gobierno de EEUU se orquestó de forma articulada desde afuera y dentro este golpe de Estado con los grupos de derecha y militares en Bolivia", afirmó Filizzola.
Morales, exdirigente aymara de los sindicatos cocaleros, dimitió en medio de violentas protestas y tras la petición expresa por parte de la policía y las Fuerzas Armadas luego de un informe de la Organización de los Estados Americanos que muestra irregularidades en la elección del 20 de octubre.
El expresidente boliviano llegó a México como asilado tras sortear amenazas a su vida.
"Condenamos la violencia, que demuestra de que la derecha niega el diálogo como herramienta de construcción en democracia y que pretende hacer regresar al pueblo boliviano a las épocas más oscuras de su historia, repudiamos firmemente el golpe de Estado al presidente constitucional Evo Morales y reiteramos nuestra solidaridad con todo el pueblo boliviano. ¡No pasarán! ¡Venceremos!", agregó.
La senadora opositora Jeanine Áñez asumió la Presidencia interina de Bolivia, en sucesión presidencial directa, sin pasar por el voto de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Áñez prometió en su breve alocución ante los parlamentarios opositores organizar elecciones libres y transparentes en el menor plazo posible.