"La política de Occidente sobre Siria desde que empezó la guerra en 2011 es muy clara: partir a ese país en tres o cuatro pequeñas naciones fáciles de controlar, cerrarle el paso a Irán hacia los puertos del Mediterráneo, y de alguna manera provocar a Rusia, porque Siria es un gran aliado de Rusia desde los tiempos de la Unión Soviética", señaló Guadi Calvo en entrevista con Radio Sputnik.
Por su parte, Vladímir Brúter, experto del Instituto Internacional de Estudios Humanitarios y Políticos, con sede en Mosсú, señaló que el control estadounidense sobre campos petrolíferos supone un gran daño para el pueblo sirio.
"Se trata de grandes pérdidas económicas para Siria, teniendo en cuenta que ese país casi no tiene otras fuentes de ingresos. Se quedó sin una economía capaz de mantener al país. En esas circunstancias cualquier tipo de ingresos es algo muy importante", señaló.