"El Gobierno brasileño rechaza enteramente la tesis de que estaría habiendo un 'golpe' en Bolivia; la repulsa popular después del intento de estelionato electoral [constatado por la OEA], el cual favorecía a Evo Morales, tuvo como consecuencia su deslegitimación como presidente y el consecuente clamor de ampliar sectores de la sociedad boliviana a favor de su renuncia", dice el comunicado oficial.
Además, el Ejecutivo de Jair Bolsonaro añade que el proceso constitucional "está siendo preservado en su integridad en Bolivia".
Considera que la restauración de la paz social depende sobre todo de la colaboración de todas las fuerzas políticas con el funcionamiento normal de las institucionales y con "la transición democrática, rechazándose la vía de la violencia".
El Gobierno brasileño reiteró su voluntad de seguir colaborando con Bolivia en todas las áreas, así como con las autoridades interinas para contribuir a una transición pacífica, democrática y constitucional.