El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, anunció una "retirada deliberada" de las fuerzas estadounidenses del noreste de Siria al tiempo que considera que la acción militar de la nación turca "fue innecesaria e impulsiva".
"Visitaré la OTAN la próxima semana en Bruselas, donde planeo presionar a nuestros otros aliados para que tomen medidas diplomáticas y económicas colectivas e individuales en respuesta a estas atroces acciones turcas", afirmó el responsable de la Defensa de EEUU.
En su comunicado, Esper anunció que "el presidente [turco Recep Tayyip] Erdogan tiene toda la responsabilidad" por "un posible resurgimiento del ISIS, posibles crímenes de guerra y una creciente crisis humanitaria". Entre otras cosas, señaló que la responsabilidad de "las bajas generalizadas, los refugiados, la destrucción, la inseguridad y la amenaza creciente para las fuerzas militares estadounidenses" radica exclusivamente en la acciones de Turquía.
Si bien Ankara había avisado a las potencias regionales y a sus aliados de la OTAN sus planes de lanzar en el norte de Siria la operación Fuente de Paz con semanas de antelación, altos funcionarios desde Washington han calificado la campaña como una imprudente e irresponsable operación. El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó a Ankara con fuertes sanciones y anunció el aumento del 50% en las tarifas de acero.