"Nuestra solidaridad con el pueblo trabajador que resiste en las calles de todo el país los paquetazos económicos neoliberales impuestos por el gobierno del presidente Lenín Moreno, los que afectan gravemente la economía de la familia ecuatoriana", patentizó el FMLN en un comunicado facilitado a Sputnik.
El pronunciamiento condena "la feroz represión implementada por el gobierno de Moreno", y se solidariza con las comunidades indígenas en lucha por su supervivencia, y con el Movimiento Revolución Ciudadana y la Fuerza Compromiso Social.
Para la formación salvadoreña de izquierda, lo sucedido en Ecuador es un llamado de atención a los gobernantes que sacrifican el bienestar de sus pueblos para complacer a los grandes poderes financieros internacionales.
"El pueblo ecuatoriano con su digna lucha demuestra a esos gobernantes que no se puede jugar con el hambre, la salud y la educación de las grandes mayorías populares", concluye la nota.
Moreno aseguró que no anulará las medidas económicas, ampliamente criticadas principalmente por la eliminación de los subsidios por 1.300 millones de dólares al combustible y reformas laborales que afectan a empleados públicos.
En la tarde del 7 de octubre se registraron diversos enfrentamientos entre manifestantes y policías en distintos puntos de Quito.
Debido a las protestas, Moreno trasladó la sede del Gobierno a Guayaquil (oeste) desde la capital ecuatoriana.