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Putin traslada la Duma al edificio favorito de Lenin

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El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó el 3 de octubre trasladar temporalmente la Duma del Estado a la Casa de los Sindicatos de Moscú. El edificio del Consejo de Trabajo y Defensa, donde los diputados han trabajado durante los últimos 25 años, estará en reconstrucción: en mayo se encontraron grietas en los cimientos, había goteras en el techo y el agua caía sobre los asientos de los diputados justo en las reuniones.

Se consideraron dos opciones: realizar reparaciones o construir un nuevo edifico para la Duma. Pero al final, decidieron que la primera alternativa sería más barata.

La nueva morada de los parlamentarios rusos es un siglo y medio más antigua que la anterior y su historia es legendaria: acogió a Piotr Tchaikovski, Alejandro I, Fiódor Dostoyevski y Lenin. En las paredes de la Casa de los Sindicatos se jugó la partida de ajedrez más larga de la historia.

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La Casa de los Sindicatos en Moscú, Rusia.

El edificio, de estilo clasicista, se construyó en la primera mitad del siglo XVIII y estaba destinado al príncipe Vasili Dolgorúkov-Krimski. Durante la guerra ruso-turca 1768-1774, fue comandante de las tropas que conquistaron Crimea para Catalina II. En 1784, la asamblea noble metropolitana compró el edificio para llevar a cabo bailes en él. La casa se convirtió rápidamente en el centro de la vida social aristócrata y se organizaban conciertos con la participación de artistas eminentes como Fiódor Shaliapin.
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En 1856, el emperador Alejandro II pronunció ahí un discurso sobre la necesidad de abolir la servidumbre y en 1880 el escritor Fiódor Dostoyevski recordó a Alexandr Pushkin.

En la foto: la Sala de las Columnas, en 1883.
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Después de la revolución, Lenin se enamoró del edificio; en total, dio unos 50 discursos en él. En la foto, los líderes soviéticos Vladímir Lenin y Mijaíl Kalinin junto a participantes del Congreso Panruso de los Cosacos Trabajadores en 1920. El propósito del evento fue informar a los cosacos sobre las perspectivas de la construcción socialista.
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La Sala de las Columnas de la Casa de los Sindicatos se convirtió en lugar de despedidas desde 1921, cuando se celebró un réquiem por el revolucionario Piotr Kropotkin. En 1924, se despidieron aquí de Lenin, y en 1953, de Stalin.

En la foto: cola para entrar a la Casa de los Sindicatos a dar el último adiós al líder soviético Iósif Stalin.
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Una de las ceremonias más grandes celebradas en el edificio fue un servicio conmemorativo para Leonid Brézhnev. Yuri Andrópov y el iniciador de la perestroika Mijaíl Gorbachov estaban en la guardia de honor. En esta foto también está presente Fidel Castro.

En la foto: ceremonia de despedida de Leonid Brézhnev, secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética
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La Sala de las Columnas durante la III Conferencia de los partidarios de la paz.
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Así era la Sala de las Columnas en los años 1980. La Casa de los Sindicatos sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, pero en la década de 1960 tuvo que pasar por reparación: se fortalecieron los cimientos y se equipó con un sistema de ventilación. Al mismo tiempo, se restauraron columnatas, balcones e incluso candelabros viejos en los pasillos. Además, se tuvieron que reemplazar decenas de kilómetros de tuberías.
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En 1989, la Casa de los Sindicatos acogió una reunión de madres de soldados. En la foto, el coronel general Nikolái Kalinin, comandante del Distrito Militar de Moscú, entrega premios a un soldado que sirvió en Afganistán.
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Después de la caída de la URSS, el edificio pasó a manos de propietarios particulares, acogió desfiles de moda y conciertos.

En la foto: desfile de modelos durante una cena benéfica en la Casa de los Sindicatos en 1991.
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