La medida, que le costaría a la nación ibérica unos 1.000 millones de euros en pérdidas, supondría un nuevo golpe brutal al campo español que ya se encuentra en una situación "muy complicada", dijo a Radio Sputnik el portavoz de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Extremadura, Luis Cortés.
Recordó, en particular, que EEUU ya impuso anteriormente aranceles a las aceitunas negras españolas, algo que quedó sin una respuesta contundente por parte de las autoridades. En este contexto, expresó su temor de que en el presente caso se vuelva a tragar la bofetada de Washington.
"Estamos exigiendo reciprocidad. EEUU sanciona nuestros productos como aceituna negra, quesos, carne, vino, aceite, y no hacemos nada. Lo que pedimos es que se rompan relaciones, acuerdos, porque la actitud de EEUU en absoluto se puede considerar como la de un Estado amigo, de un Estado que nos apoya", manifestó.
Ante ello, denunció la inacción del Gobierno español para ayudar al sector.
"Del Gobierno español no tenemos absolutamente nada", concluyó Luis Cortés.