En su decisión, la jueza Rosália Monteiro Figueira, de la Justicia Federal de Río de Janeiro, lo condenó a "ocho años y siete meses de prisión" y a pagar una multa de "118,6 millones de reales" (28,5 millones de dólares), según adelantó el diario O Globo.
La jueza considera que a pesar de que los daños causados al mercado de capitales son "inmensurables" es necesario una reparación mínima para fortalecer la credibilidad del sistema financiero y dar más seguridad a los inversores.
Batista era el presidente del consejo de administración de la empresa, y cinco días después de que vendiera las acciones se presentó un plan de negocios que incluía una reducción en la previsión de inversiones y paralización de obras de su astillero.
En 2018, el empresario fue condenado a 30 años por delitos de corrupción en el marco de la Operación Lava Jato, pero actualmente recurre en libertad.