Durante una visita oficial a Daguestán, el mandatario recordó los acontecimientos de hace 20 años en la república rusa: la invasión de terroristas. En aquella ocasión, durante una reunión con las autoridades militares locales, Putin hizo un brindis, pero no bebió vodka, prometiendo tomarlo después de que se resolviera el conflicto.
En 1999, terroristas chechenos bajo el mando de Shamil Basáyev y Jattab invadieron Daguestán. Los locales se enfrentaron a los invasores por cuenta propia. Luego, recibieron ayuda de las fuerzas militares y el ataque fue finalmente repelido.
Tras la resolución del conflicto, varios voluntarios que participaron en el combate fueron premiados por su valentía y bravura, ocho daguestaníes recibieron, incluso, el título honorífico de Héroe de Rusia. Según el Servicio de Seguridad Nacional de Rusia, más de 70 personas fueron condenadas por el ataque. Siete de los terroristas, incluidos Basáyev y Jattab, fueron eliminados.