La Universidad de Queensland y el Monash Biomedicine Discovery Institute realizaron el estudio.
El organismo contiene células asesinas naturales que previenen tanto el crecimiento como la propagación de los tumores. Sin embargo, según el más reciente descubrimiento de los investigadores australianos, la proteína activina A bloquea estas células. Así, el cáncer se afianza en el organismo.
Resulta que la activina A bloquea la división de las células asesinas. La proteína, que se encuentra en células humanas tanto sanas como malignas, reduce la producción de la enzima granzima b liberada por las células asesinas para la autoeliminación del tumor.
No obstante, la follistatina inhibió la acción de la activina A tanto en las células humanas como en las del ratón durante los estudios en el laboratorio. La hormona también retrasó el crecimiento del melanoma en los roedores.
El autor del estudio, el profesor de Monash Nicholas Huntington, dijo: "Estos hallazgos podrían abrir la puerta a nuevos medicamentos de terapia inmunológica. Proporcionan una forma más profunda y duradera de superar la supresión inmunológica observada en el cáncer, mejorando el resultado del paciente".