"Estamos dispuestos a contribuir a un diálogo irano-israelí", dijo.
Agregó que Rusia entiende que "la retórica iraní preocupe al Gobierno israelí", pero considera que el problema principal no radica solo en Irán, sino "en las relaciones entre todos los países de la región".
Afirmó que la postura de Rusia sobre "cómo hay que resolver las cuestiones de seguridad en la región es absolutamente distinta" a la de Israel.
"En vez de demonizar a un Estado, una fuerza, partimos de que es necesario tomar en cuenta los intereses de todos los países de la región", apuntó.
Destacó que "un diálogo colectivo es el camino que llevará a fortalecer la seguridad".
Al contrario, "si todos los países de la región se unen en contra de Irán, el problema de seguridad no se resolverá, sino que comenzará una guerra", subrayó.