El CNEOS, el Centro de Estudio de Objetos Cercanos de la NASA, ha revelado que el 1998 OR2 tiene un diámetro aproximado de 4114 metros y que se espera que se dé un paseo por delante del planeta el 29 de abril de 2020. En su punto más cercano, el asteroide estará a unas 0,04205 unidades astronómicas, lo que se traduce en unos seis millones de kilómetros. A pesar de que puede sonar seguro, algo podría salir mal.
Tampoco se debe excluir que al asteroide le afecte el conocido como ojo de cerradura gravitacional: una pequeña región o ventana en el espacio cercano a un planeta que, de ser atravesada por un asteroide, puede causar un cambio en su trayectoria debido, justamente, a la gravedad del planeta. Es la mosca detrás de la oreja en los cálculos de trayectoria de la NASA.
Así que, si bien por ahora no hay de qué preocuparse y el 1998 OR2 no tiene pinta de querer colisionar con nosotros, algo podría salir mal. Y la Tierra no estará preparada en abril para hacer frente a un asteroide que se le venga encima.