Los policías usaron cañones de agua y gas lacrimógeno para que la gente abandonara la calle ocupada. Los manifestantes, a su vez, respondieron lanzando piedras y otros objetos.
Las protestas se deben a los datos obtenidos por fiscales estadounidenses que demuestran que Hernández usó el dinero de los narcotraficantes para financiar su campaña presidencial en 2013. Hernández desmiente dichas acusaciones inculpando a la oposición, así como a los carteles que su Gobierno persigue.