"Expresando pesar por las víctimas civiles, acordamos tomar medidas concretas basadas en acuerdos previos para garantizar la protección de los civiles de conformidad con el derecho internacional humanitario, así como la seguridad del personal militar de los países garantes, que se encuentra dentro y fuera de la zona de distensión de Idlib", dice la declaración tomada al término de la decimotercera reunión internacional de alto nivel en el formato de Astaná.
Los países garantes también expresaron su preocupación por el aumento de los terroristas y confirmaron su intención de continuar cooperando para erradicar a ISIS y al Frente al Nusra (grupos terroristas, prohibidos en Rusia).
Además, los tres Estados "expresaron su satisfacción por el progreso de la formación" de la Comisión Constituyente de Siria y confirmaron su disposición a facilitar la convocatoria de la comisión lo antes posible.
El 1 de agosto, se informó que Damasco aceptó un alto el fuego en la provincia de Idlib, en el norte de Siria, a condición de que se cumpla el acuerdo ruso-turco logrado en Sochi en septiembre de 2018, incluida la retirada de combatientes a 20 kilómetros de la zona, así como la retirada de armas.
En la provincia de Idlib hay más de una docena de grupos armados diferentes, los más grandes son la alianza de grupos rebeldes proturcos del Frente de Liberación Nacional y el grupo terrorista Frente al Nusra (también conocido como Hayat Tahrir al Sham, prohibido en Rusia).
Nueva reunión en el formato de Astaná
Asimismo, en la declaración final emitida al término de la reunión se afirma que la nueva ronda de negociaciones sirias en el formato de Astaná se celebrará en la ciudad de Nursultán en octubre.
"Irán, Rusia y Turquía, como países garantes del proceso de Astaná, decidieron celebrar la próxima reunión internacional sobre Siria en el formato de Astaná en la ciudad de Nur-Sultán en octubre de 2019", indica la nota de los tres países.
En las consultas participan las delegaciones de los países garantes del alto el fuego en Siria (Rusia, Turquía e Irán), el Gobierno de Damasco y la oposición armada.
Por primera vez en las negociaciones participan representantes de Irak y el Líbano que tienen el estatus de observadores. Además a Nursultán fueron invitados altos representantes de la ONU y representantes de Jordania, también como observadores.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
La solución se busca en dos plataformas, la de Ginebra, patrocinada por la ONU, y la de Astaná, auspiciada por Rusia, Turquía e Irán.