"Ante la escalada de la violencia, la policía despejará [las zonas] desde el Distrito Oeste hacia el Este. La policía llama a la población que evite visitar las zonas pertinentes", tuiteó la policía de Hong Kong.
Las protestas fueron acordadas con las autoridades, pero la policía exigió acortar la ruta por razones de seguridad.
Sin embargo, los manifestantes fueron más allá de la ruta acordada y comenzaron a bloquear las principales carreteras de la ciudad.
Dos horas después la policía de Hong Kong utilizó gases lacrimógenos contra los manifestantes, comunicó la cadena RTHK.
Según la cadena, los manifestantes lanzaron distintos objetos contra la policía.
Una corresponsal de RTHK dijo que vio un contenedor lleno de ladrillos que los manifestantes trataron de ocultar con paraguas.
Según los organizadores, unas 430.000 personas participaron en las protestas de este domingo, mientras la policía dice que fueron unas 138.000.
El pasado 9 de junio, más de un millón de personas tomaron las calles de Hong Kong para manifestar su rechazo a un proyecto de ley que permitiría a las autoridades locales entregar prófugos de la justicia a los territorios con los que no hay acuerdos formales de extradición, como Taiwán, Macao y la China continental. Quienes impugnan la normativa temen que daría luz verde para extraditar a Pekín a disidentes políticos.
El 15 de junio el Gobierno suspendió la controvertida ley, pero se negó a revocarla por completo.
El 1 de julio, en el 22º aniversario de la devolución de Hong Kong a China, centenares de manifestantes radicales irrumpieron en la sede parlamentaria y vandalizaron las oficinas.
El Gobierno central en Pekín condenó en términos enérgicos el incidente e instó a las agencias pertinentes a investigar la responsabilidad penal de los implicados.
El 9 de julio, Lam aseguró que el proyecto de ley "está muerto" y no hay planes de reanimarlo.