"Aproximadamente 15.500 niños y jóvenes migrantes han sido registrados por las autoridades migratorias mexicanas en los primeros cuatro meses del año, según estimaciones del Instituto Nacional de Migración", dice un informe de Fore.
La mayoría de estos niños y jóvenes provienen de Honduras, Guatemala y El Salvador, países donde las tasas de homicidios en adolescentes se encuentran entre las más altas del mundo.
El documento de Unicef reconoce que "México ha sido durante décadas un país de origen, tránsito y destino para las familias que huyen de la pobreza, la violencia de las pandillas, la extorsión y las amenazas de muerte".
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También resalta que este país "ha acogido durante mucho tiempo a los migrantes que han sido retornados de los EEUU y estos retornos continuarán".
El representante permanente de México ante las Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente, participó en esa reunión.
Unicef respalda un Plan de Desarrollo Integral para el sureste de México y tres países del llamado Triángulo Norte de Centroamérica, que incluye la participación de 14 organismos de Naciones Unidas, con 30 propuestas concretas que buscan crear condiciones para que la migración sea opcional y no algo inevitable.
El plan fue elaborado por los gobiernos de México con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y en coordinación con los gobiernos de El Salvador, Honduras y Guatemala.