Quedó demostrado, al mismo tiempo, que Vladímir Putin está muy al tanto de los problemas que afectan a los ciudadanos de a pie. Particularmente, los atribuyó a una complicada coyuntura internacional, repercutiendo en la economía rusa factores como la inestabilidad del mercado de hidrocarburos o las sanciones occidentales.
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En este contexto, el jefe del Kremlin calculó que las restricciones impuestas por EEUU y sus aliados costaron al país unos 50.000 millones de dólares. Constató, al mismo tiempo, que tuvieron un efecto positivo, en el sentido de que Rusia se vio obligada a acelerar en la autosuficiencia en sectores tan importantes como tecnologías avanzadas, lográndose grandes éxitos en esta dirección.
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En una entrevista con Radio Sputnik, analista político y económico en asuntos europeos Carlos Puente Martín destacó la "forma inteligente" en que las autoridades rusas afrontan los retos planteados al país por la coyuntura internacional.