En su comunicado, el ente señaló que el lanzamiento se pospone para una fecha alternativa, que no especificó, debido a "una observación hecha durante los preparativos".
"Teniendo en cuenta la singularidad del aparato espacial, para garantizar el éxito de la misión, la dirección técnica propuso realizar el lanzamiento en el segundo periodo estipulado en la documentación, que empieza el 12 de julio", dijo.
Agregó que es posible también que el lanzamiento sea reprogramado para el 13 de julio.
"En el marco de las pruebas de diseño y navegabilidad en la etapa final de la preparación del aparato espacial al lanzamiento, se detectó una desviación en la implementación del cronograma del uso de una de las fuentes químicas desechables de alimentación", explicó Jailov.
En este contexto el subdirector de Roscosmos añadió que el cohete Protón-M será retirado del polígono de lanzamiento para su ulterior inspección.
"Analizamos todos los riesgos posibles del funcionamiento con el fallo y decidimos que hay que investigar tranquilamente la situación", comentó.
Al mismo tiempo, señaló que en general sería posible lanzar el cohete con el telescopio con el fallo.
"En principio, podríamos realizar el lanzamiento, pero construimos este observatorio con nuestros colegas alemanes durante diez años, y creo que un retraso de varias semanas no es un precio a pagar para este único observatorio espacial", dijo.
Una fuente de Sputnik de la base de Baikonur (Kazajistán) de donde debía producirse el lanzamiento, informó que la maniobra fue suspendida tras detectarse que una de las baterías del telescopio estaba descargada.
El vehículo de lanzamiento Protón-M, con el acelerador DM-03, iba a despegar este viernes desde Baikonur, la base espacial rusa que se encuentra en el territorio de Kazajistán.
Una vez puesto en la órbita, el observatorio espacial Spektr-RG con dos telescopios de rayos X -el ruso ART-XC y el alemán y eROSITA- debe alcanzar el punto de Lagrange L2, a unos 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, un lugar en el espacio donde se equilibran las fuerzas gravitacionales de la Tierra y del Sol.
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La misión se prolongará por siete años y permitirá confeccionar un mapa actualizado del Universo, con una resolución 30 veces superior a la del mapa elaborado hace tres décadas.