Los sistemas antiaéreos atacaron unos objetivos de alta velocidad que imitaban los blancos aéreos del 'enemigo'.
El Tor-M2DT cuenta con una alta capacidad de paso: pueden superar zanjas y atravesar obstáculos acuáticos. Los sistemas árticos no pierden su capacidad de funcionamiento ni siquiera a 50 grados bajo cero. Son capaces de destruir objetivos solo unos segundos después de su detección, incluso en unas condiciones de contramedidas electrónicas activas.
También te puede interesar: Rusia desarrolla la versión naval del sistema antiaéreo Tor