"Mi padre me preguntó qué era un influidor y después de explicárselo me dijo: 'Pfff, yo podría hacer eso'. Bien… lo hizo. La mejor parte es que él trabaja en la construcción", tuiteó la hija de Omar.
La broma resultó mejor de lo esperado, en poco más de un mes, el buenhumorado obrero tejano ya había conquistado más de 300.000 seguidores en Instagram, donde parodia el estilo de vida y las instantáneas de las celebridades virtuales. En sus publicaciones, Omar adapta los clichés de los 'influencers' a su trabajo y el resultado es verdaderamente gracioso.
"Mi hija me dijo que esta foto de chapoteo está de moda. En mi opinión, es un desperdicio de café, pero bueno", escribió el obrero al compartir una foto en la que lanza su café al aire.
Los seguidores de Omar aseguran que su estrategia ha funcionado y que ahora están "oficialmente influenciados" por él.
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