"Van a aparecer muchas cosas: bancos del Gobierno, bancos que no son del Gobierno; Emilio Lozoya entregó [la empresa] al país con producción de 2,4 millones de barriles diarios, después fue de un 1,6 o 1,4 millones de barriles", dijo el defensor Javier Coello en declaraciones al noticiario de Radio Fórmula.
La nueva administración batalla por relanzar la producción, que se encuentra en 1,6 millones de barriles al día, y combate el robo de combustible, que costó a Pemex hasta 3.000 millones de dólares el año pasado.
El documento revelará las relaciones con instituciones bancarias y la producción de la petrolera, porque Lozoya, sobre quien pesa una orden de arresto, se considera un "chivo expiatorio" del gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), explicó su defensor.
"Es una persecución política, no en este periodo [presidencial], sino en el anterior", afirmó Coello, quien fue fiscal antidrogas en los años 1990.
En otra entrevista televisiva Coelleo rechazó que su cliente sea prófugo de la justicia, porque todavía se encuentra en México.
Lozoya también está implicado en sobornos que los gerentes de la empresa brasileña Odebrecht afirman haber pagado en México.
También en el caso de la compra de una planta "chatarra" productora de fertilizantes, que tenía 14 años parada, la que Pemex habría adquirido pagando un sobreprecio.
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La empresa del norte del país habría triangulado pagos a través de cuentas que sirvieron para comprar una mansión en la capital y una casa en la playa, según una investigación federal a la que tuvieron acceso investigadores independientes anticorrupción.