Netanyahu había relevado de este puesto a su predecesor, Ayelet Shaked, hace tres días y ha apostado por Ohana para que ocupe el puesto de ministro de Justicia.
Su nombramiento se produce días después de que el Knéset —Parlamento— se disolviera. Los israelíes volverán a las urnas en septiembre debido a que el primer ministro no obtuvo el apoyo de suficientes partidos para formar un nuevo Gobierno.
Sin embargo y a pesar del fracaso en formar una coalición, Likud, partido al que pertenece Netanyahu y Ohana, obtuvo en las últimas elecciones 35 escaños de los 120. Muchos consideran que Ohana tuvo un papel importante en estos resultados.
Este ascenso es visto como un reconocimiento por su trabajo en las elecciones, ya que tras solo un período en el Parlamento se catapultó a través de las filas del partido.
Ohana respalda el controvertido proyecto de ley para otorgarle a un primer ministro en funciones la inmunidad de enjuiciamiento, lo que sería beneficioso para Netanyahu, que se encuentra en medio de un escándalo de corrupción.
El actual primer ministro está bajo investigación por presunto soborno y fraude y podría ser acusado en los próximos meses. Sin embargo, el político ha negado en repetidas ocasiones las acusaciones en su contra.
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Al oficializar su nombramiento, la oficina del primer ministro señaló que Ohana era un abogado que estaba "muy familiarizado con el sistema de justicia".
Ohana es un activista de los derechos de los homosexuales y apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo, que no es reconocido por el Estado israelí. Además, es uno de los muchos parlamentarios abiertamente homosexuales del país.
Ohana y su compañero, Alon Hadad, tienen dos hijos juntos, que nacieron de un vientre de alquiler. La familia vive en Tel Aviv.