"Israel está en una situación horrible en estas elecciones", dijo el líder norteamericano a los periodistas.
Las medidas del Legislativo israelí vinieron después de que el primer ministro Benjamín Netanyahu fracasara en su intento de formar una coalición de Gobierno.
Cuando el pasado 9 de abril se celebraron las elecciones generales y venció Netanyahu, a la cabeza del Likud, parecía que sería capaz de crear una coalición con los diversos partidos de derecha y extrema derecha que habían obtenido representación en la Kneset. Pero las negociaciones no resultaron sencillas.
El principal escollo era una ley destinada a reclutar a judíos ultraortodoxos para el servicio militar. Los partidos religiosos ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido de la Torá, a los que Netanyahu necesitaba para formar ejecutivo, se oponían a esta regulación.
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Pero la formación de ultraderecha Israel Nuestro Hogar, liderada por el exministro de Defensa Avigdor Lieberman, y necesario para completar la coalición, exige la aprobación de esa ley para respaldar al Gobierno.