El 24 de mayo, al menos 13 personas resultaron heridas por una explosión que se produjo en la esquina de las calles Victor Hugo y Sala, cerca de la plaza de Bellecour, uno de los sitios turísticos de Lyon.
El fiscal de París, Rémy Heitz, confirmó esta información, al precisar que cerca del lugar de la explosión fueron hallados "tornillos de dos centímetros, bolas metálicas, pilas tipo LR6, una placa de circuito impreso, un dispositivo de activación a distancia, asas de bolsas de papel de estraza y trozos de plástico blanco".
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Heitz informó que un total de 150 investigadores y especialistas técnicos están trabajando en el marco del caso.
Los peritos policiales lograron también aislar un ADN, según fuentes de BFMTV.
Sin embargo, explica el medio, esto no significa que el autor de la bomba haya sido identificado, sino que simplemente dejó una huella.
Las cámaras de vigilancia grabaron a un desconocido que llegó a una panadería y dejó el objeto que posteriormente explotó.
BFMTV precisó que se trataba de un hombre de unos 30 o 35 años vestido con un jersey negro, unas bermudas claras y unas gafas de sol.
La Fiscalía de Lyon abrió una investigación, calificando lo ocurrido de intento de asesinato.
Más tarde a la investigación se sumó la sección antiterrorista de la Fiscalía de París.
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Por el momento no se ha hecho ninguna reivindicación de la explosión en Lyon.