Al descender 10.928 metros en un batiscafo, 16 más que cualquier otra inmersión anterior, el investigador encontró… basura humana.
Se trata de una bolsa de plástico y varios envoltorios de caramelos. Los investigadores lamentaron que el impacto negativo de la humanidad en la ecología se hiciera evidente incluso en los rincones más lejanos del planeta.
Millones de toneladas de plástico entran cada año en el océano Pacífico.
En marzo de este año, el Parlamento Europeo aprobó una nueva ley que prohíbe una serie de artículos de plástico de un solo uso, como platos, cubiertos, pajitas y bastoncillos de los oídos.
Varios países de Latinoamérica, como Chile, Uruguay,Perú y México también aprobaron leyes que prohíben o restringen el uso de las bolsas de plástico.
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