"A mediados de los años 2010, una tercera parte de los entrevistados expresaban satisfacción con la pertenencia de la República Checa a la UE; en el 2018 el resultado fue del 45%; y hoy en día, el 56% de los ciudadanos apoyan la permanencia del país en el bloque, lo que supone el máximo desde la crisis económica de 2009", señalan los encuestadores en su comentario.
Al mismo tiempo, el 54% de los checos opinan que se requieren reformas en el seno de la UE, frente al 7% que las consideran innecesarias.
Apenas el 11% de los checos se pronuncian por un divorcio inmediato de la UE; otro 27% apoyarían la separación si el bloque fuera incapaz de implementar las reformas necesarias.
La encuesta se llevó a cabo entre unos 1.100 ciudadanos checos entre diciembre de 2018 y mediados de abril de 2019.
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