Según el medio, las detenciones se produjeron la noche del 25 de abril en tres partes diferentes del país, y los detenidos se hacían pasar por empresarios.
Seis explosiones ocurrieron de forma casi simultánea en la mañana del Domingo de Resurrección en tres iglesias a lo largo de Sri Lanka y en tres hoteles de lujo de Colombo. Más tarde se produjo una séptima detonación cerca de un parque zoológico, en la periferia de la capital, y al poco tiempo otra más, en otro suburbio.
Las pesquisas preliminares sugieren que los atentados —obra de nueve terroristas suicidas, ocho de los cuales ya están identificados— fueron perpetrados por un grupo islamista local poco conocido hasta ahora, National Thowheeth Jamaath.
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Sin embargo, el grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico y prohibido en numerosos países, entre ellos Rusia) se adjudicó la responsabilidad de los ataques.
Las autoridades esrilanquesas decretaron varias medidas de excepción a raíz de los atentados, incluido un toque de queda, y detuvieron a decenas de sospechosos.