Cuando comenzó el genocidio aún se llamaba Arshaluys Martikián y no pensaba siquiera en adoptar un seudónimo. Ella y su gran familia cayeron víctimas de las atrocidades llevadas a cabo por los turcos del Imperio Otomano.
Milagrosamente logró sobrevivir y durante dos años estuvo en varios harenes: los turcos y los kurdos la vendían periódicamente como si fuera una esclava. En aquel entonces aún tenía 14 años.
De hecho, a las jóvenes armenias que fueron raptadas y las que adoptaron el islam eran marcadas con un tatuaje. La mayoría de las mujeres se negaron a hacerlo y como castigo fueron ejecutadas por medio del empalamiento.
Con el tiempo, Arshaluys Martikián logró llegar a EEUU, donde relató la historia que sirvió de base para el libro 'Armenia Destrozada'. A su vez, este libro fue la inspiración para la película 'Subasta de Almas'. En este filme la mujer se interpretó a sí misma bajo el nuevo nombre de Avrora.
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Gracias a su fortaleza de espíritu, Avrora logró recuperarse de los sufrimientos que vivió y se casó con un emigrante armenio, con quien tuvo un hijo. Pero por desgracia su marido murió prematuramente y su hijo la abandonó.
Vivió hasta los 93 años pero finalmente su mente sucumbió a los golpes de la vida y sufrió de demencia.
Eran pocos los que conocían su historia hasta que en el 2009 el Museo del Genocidio Armenio publicó una postal para celebrar el 90 aniversario de la película que protagonizó Avrora.
Precisamente entonces el que fuera el director del museo, Ayk Demoián, logró hacerse con las dos primeras copias del libro escrito por la joven armenia. Según relató a Sputnik, "en aquel momento era todo lo que teníamos hasta que la suerte nos sonrió".
En el 2011 una familia armenia que vivía en California invitó a Demoián a su casa para entregarle algunos documentos y libros para el Museo del Genocidio Armenio.
"Mi amigo y yo estábamos a punto de irnos cuando los huéspedes nos dijeron que en el garaje tenían una caja más con libros. Cuando lo abrí vi que en lugar de libros estaba lleno de cartas y fotos", relató Demoián.
Entre los documentos había manuscritos y fotografías de Avrora Madiganián, así como originales de los documentos que fueron publicados en los periódicos de su época.
Curiosamente, Demoián le contó a Sputnik que la hija de la dueña de la casa tenía un parecido espectacular con Avrora. Más tarde, el museo logró obtener algunas otros objetos personales de la protagonista.
A día de hoy, el Museo del Genocidio Armenio cuenta con la mayor colección de enseres de Avrora Mardiganián, que incluyen sus fotos y documentos. De hecho, el museo también publicó el libro llamado ‘El camino de Avrora: la odisea de una superviviente del genocidio’, que narra la historia de su vida.
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