Según los datos del medio, los fiscales acusan a Ghosn de haber desviado en beneficio propio unos fondos de Nissan a través de un concesionario en Omán a una empresa fantasma suya en el Líbano, provocando al fabricante japonés unas pérdidas de unos cinco millones de dólares.
El 10 de diciembre de 2018 fue imputado en Japón por infringir la Ley de Instrumentos Financieros.
El empresario, que sostiene su inocencia, ya se enfrenta a tres cargos: dos relacionados con la ocultación de ingresos por valor de miles de millones de yenes y uno, por el supuesto intento de trasladar a las cuentas de Nissan sus pérdidas de inversión personales.
Además: Tokio afirma que la investigación del caso de Ghosn va "conforme a procedimientos necesarios"
A principios de marzo, Ghosn fue liberado bajo una fianza de cerca de nueve millones de dólares después de 108 días bajo custodia, sin embargo, fue arrestado nuevamente el 4 de abril.