El 15 de abril un incendio consumió gran parte de la emblemática catedral de Notre Dame de París. La catástrofe se desató alrededor de las 18:50 hora local y en varias horas destruyó la aguja del templo y el reloj que adornaba la parte frontal de la construcción. El siniestro se produjo en un momento en el que se realizaban importantes obras de restauración del monumento.