Defensa

Pompeo: EEUU y Rusia deberían alcanzar acuerdo de control de armas si este es sólido

WASHINGTON (Sputnik) — El Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START, en inglés) debería ser renovado si EEUU y Rusia alcanzan un acuerdo amplio, dijo el secretario de Estado de EEUU (canciller), Mike Pompeo, ante la comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
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"Estamos inicio mismo de las conversaciones para renovar" el tratado, dijo Pompeo, y añadió: "El presidente [Donald] Trump dejó bien en claro que deberíamos tener un acuerdo de control de armas si este es sólido".

¿Por qué es necesario preservar el nuevo Tratado START?
Mediante el Nuevo Tratado START (conocido también como START III), EEUU y Rusia se comprometieron a reducir sus arsenales hasta 700 misiles desplegados, 1.550 ojivas nucleares y 800 vehículos correspondientes, desplegados y en reserva, para el 5 de febrero de 2018.

Suscrito en 2010, el acuerdo entró en vigor en 2011 por un periodo de diez años, prorrogable por otros cinco.

Las conversaciones ruso-estadounidenses para extender el tratado se han atascado debido a los recelos recíprocos sobre el desarrollo de nuevas armas.

Sanciones a Rusia sobre Ucrania

Pompeo dijo que el Departamento de Estado de EEUU está dispuesto a considerar propuestas legislativas destinadas a ampliar las sanciones contra ciudadanos rusos en relación a la crisis con Ucrania.

"Creo que definitivamente vale la pena analizar eso", dijo Pompeo al responder una pregunta sobre las sanciones a Rusia por Ucrania ante la comisión de Asuntos Exteriores del Senado.

"Un alcance más amplio va a necesitar de sanciones de parte del Departamento del Tesoro. Me encantaría que así fuera", añadió el secretario de Estado.

Las consecuencias de la ruptura del acuerdo de amistad con Rusia por parte de Ucrania
Las relaciones entre Rusia y Ucrania empeoraron a raíz del conflicto en Donbás y el retorno de Crimea a Rusia tras el referéndum celebrado en marzo de 2014, en el que más del 96% de los votantes avaló esta opción.

Ese mismo año, la Unión Europea, Estados Unidos y varios países de su órbita impusieron sanciones a Rusia por la incorporación de Crimea y por su supuesto papel en la crisis ucraniana, un rol que Moscú rechaza, motivo por el que respondió con un embargo agroalimentario.

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